Internacional

“Hacemos esfuerzos sobre humanos para constituir un sujeto crítico”


El Nuevo Pueblo dialogó con Maria Elena Saludas, coordinadora de ATTAC (Asociación por una Tasa de Transacciones de Ayuda al Ciudadano), que nació con la intención de impulsar una tasa del uno por mil a los capitales especulativos, propuesto en su momento por el Nóbel de Economía James Tobin y que hoy se conoce como Tasa Tobin.

¿Qué es ATTAC?
Cuando en alguna marcha nos preguntan que es ATTAC, lo último que hago es decirles que significa la sigla, sino que explico que es un movimiento de resistencia a la globalización neoliberal capitalista, que es la idea con la que se creo, pero hay que hablar del marco imperante para entender la sigla. ATTAC significa Asociación por una Tasa a las Transacciones de Ayuda al Ciudadano, lo que aún hoy sigue en los primeros planos, pero en la década del ´90, con la caída de la Unión Soviética; el Consenso de Washington; el fin de las ideologías y hasta el fin de la historia nos decían, con lo que nos querían hacer creer que en el mundo no pasaba nada más ni existían movimientos populares de resistencia, sin embargo estos movimientos si existían, desde ecologistas; movimientos de campesinos, etc.
En el año 1994, cuando se presenta el NAFTA, el tratado de libre comercio para Estados Unidos; Canadá y Méjico, sale a la luz un movimiento que marcó un hito en el ámbito de la resistencia contra la globalización que es el Ejercito Zapatista en Méjico, en un momento en que los Estados Unidos y el capital iban por todo y con absoluta seguridad jurídica y con el avance del capital sobre el trabajo.
En distintos lugares en el mundo se van interconectando estos movimientos, por ejemplo contra el acuerdo multilateral de naciones, que se intenta instalar en Europa; de denuncia contra la deuda externa del Sur. Entre tantos de estos movimientos en 1998 surge ATTAC, a raíz de un artículo que escribe Ignacio Ramonet en Le Monde Diplomatique, que se llama “Desarmar los Mercados”, donde proponía que así como los poderosos del mundo se unen, en referencia al Foro Económico Mundial que se reúne en Davos, porque no nos reuníamos los sindicatos; las distintas asociaciones de la sociedad civil, con la propuesta de imponer una tasa a los capitales especulativos. La idea la toma de James Tobin, un economista liberal que por los ´70 avizoró esto que se venía del alto grado de volatilidad y las burbujas especulativas. Este economista desde el mismo capitalismo propone aplicar una tasa mínima a estas transferencias especulativas que en ese momento se refería a las apuestas a las distintas monedas. James Tobin propone la aplicación de esta tasa con la idea de cuidar al capitalismo, Ramonet toma la propuesta pero para que ese dinero recaudado vaya en ayuda de los ciudadanos. Adhieren muchas organizaciones y personas y se conforma esta asociación que es ATTAC a nivel internacional.
ATTAC empieza a trabajar en la educación popular para la acción y actuar localmente pensando globalmente. Esta es básicamente la propuesta de nuestra asociación.

¿En cada país ATTAC trabaja las problemáticas locales y regionales?
Valoramos las iniciativas que llevan un debate a la sociedad articulando con otros que trabajan sobre la misma temática, lo que ayuda mucho a conocernos.
En 1998, en secreto en una de las cumbres de la OEA, se propone lanzar, a instancias del Bush padre, el Área del Libre Comercio de las Américas, el ALCA, por lo que así como hay una articulación global de las fuerzas económicas, empieza a conformarse a nivel internacional una red de movimientos con distintas temáticas pero con mucho en común, para denunciar al neoliberalismo y la globalización liberal capitalista.
Los mejicanos empiezan a informar de las ataduras y las condicionalidades que impone un tratado de libre comercio, ya que ellos ya estaban inmersos en el NAFTA, y se comienza a trabajar en la campaña continental contra el ALCA.
En el 1er Foro Social Mundial del 2001 en Porto Alegre, donde ATTAC tuvo mucho que ver en la organización de ese encuentro, se toma la decisión de trabajar fuertemente en todo el continente contra el área de libre comercio en las Américas.

La propuesta de la Tasa Tobin fue considerada por mercados casi como una acción terrorista, teniendo en cuenta que es el 1 por mil de la transacción.
Es que no van a admitir un solo freno a sus ganancias, porque sería como un triunfo del enemigo. Las cosas se han ido modificando ya que ahora son ellos mismos los que están pidiendo la implementación de una tasa, si bien en el G-20 los países europeos están de acuerdo con su aplicación, los Estado Unidos y otros países como por ejemplo Brasil, están en contra.
En el momento que ATTAC lo propone era una medida mínima pero la oposición fue fuerte porque hay que verlo como un avance político. Era una conquista de las luchas populares, lo que no era un buen ejemplo.

¿Cómo influye en su lucha la instalación de gobiernos de signo popular en América Latina?
Hay que hacer una diferenciación. Hay gobiernos que son producto de la lucha y la participación de los movimientos sociales, pensemos por ejemplo en Bolivia que asume un gobierno a partir de la lucha por el agua; de la lucha de los pueblos originarios.
El sistema imperante es un modelo de consumo capitalista, donde los actores claves hoy son las corporaciones transnacionales. Hay un marco político que les asegura la posibilidad de seguir teniendo ganancias.
Este modelo ha determinado cuál es el rol de los países del Sur, que es el de ser productores de materias primas.
Reconocemos que hay cuestiones diferentes, claramente no es lo mismo el gobierno de Cristina (Kirchner) que el de Menem, pero somos críticos que para la mayoría de los gobernantes el desarrollo está basado en la extracción de los recursos naturales, pensando que eso va a producir un mejoramiento para toda la población y esto no es así.
Nosotros en ATTAC entendemos que tenemos que estar siempre un paso adelante, tenemos que estar permanentemente pinchado por más. A veces nos dicen que pero es que venga la derecha, pero no por eso nosotros nos podemos bajar de nuestra agenda.
Se pueden reconocer los avances que se han hecho hablando de la Argentina, pero no podemos dejar de demarcar que desde el gobierno se sigue pensando a la Argentina dentro de un marco de inserción social como una exportadora de materia prima.

El balance de exportaciones en ese aspecto viene modificándose notablemente, por ejemplo en el último año Argentina es el país de Latino América que más manufacturas ha exportado, superando incluso a Brasil
Pero la mayor entrada de recursos por exportaciones sigue siendo del campo. Por algo ha propuesto la Presidenta el industrializar la ruralidad; el Ministro Domínguez ha manifestado que para frenar la especulación en los comoditeis hay que aumentar la oferta y eso es preocupante porque significa incorporar 10 millones más de hectáreas dedicadas fundamentalmente a la producción de soja, y hay que analizar lo que significa para la mayoría de la población el profundizar un modelo que solo esté basado en la producción de materia prima.

Sin embargo Argentina es en Latino América el que más trabaja en transformarse en un país industrializado. Brasil que fue cabeza en ese aspecto en las últimas décadas, sus exportaciones primarias hoy son porcentualmente más altas que las de Argentina.
Hay una diferencia entre Brasil; Argentina; Uruguay y Paraguay con respecto a Bolivia; Ecuador y Venezuela, como hay una diferencia entre todos ellos con Chile; Perú y Colombia.
Hay gobiernos con discursos marcadamente con discurso anti neoliberal pero que en la práctica no se ve. El neoliberalismo hoy es el libre comercio y los tratados de inversión, en la Argentina no se han puesto en cuestionamiento los cincuenta y cuatro tratados que se renuevan cada diez años lo que significa que los bonistas italianos que no se acogieron al canje de deuda pueden dirigirse al CIADI porque están protegidos por un tratado bilateral entre Italia y Argentina, como cualquier otra empresa transnacional que recurren al CIADI amparados en estos tratados, por lo que hay elementos que demuestran que realmente no se quiere salir del neoliberalismo.

¿Pero la Argentina puede repudiar fácilmente esos tratados?
Se puede repudiar todo y se puede salir del CIADI. Nada es imposible. Incluso ahora tiene un consenso que alcanzó en las elecciones la Presidenta para decir que estamos atados de pies y manos con estos tratados y denunciarlos uno por uno.
El actual gobierno argentino tiene una concepción de la Argentina insertada en el mercado mundial como productor de materia prima y se tiene que salir de esta concepción.

Las medidas de protección del mercado interno y el crecimiento de la industria como la de autopartes, ¿no creen que van en ese sentido, el de buscar otra concepción de país?
No me convence demasiado porque estamos armando lo que viene de afuera y eso no es impulsar el desarrollo.
Igualmente tenemos que ponernos a pensar seriamente el modelo futuro no solo de la Argentina sino en el mundo, porque sin dudas que no podemos seguir produciendo celulares; autos como se producen porque no se puede seguir ese ritmo principalmente porque la curva de los combustibles fósiles empezó a descender, por lo que tenemos que repensar la economía del futuro.

Ustedes tienen una postura crítica hacia el gobierno, ¿pero cuál es la propuesta superadora o la alternativa política?
No vemos una alternativa clara, pueden estar surgiendo pero no habido muestras de otras lecturas. Esas críticas que hago a un modelo se siguen aceptando también por ejemplo en la Santa Fe de Binner.

¿No hay un cierto engaño con las viejas siglas como por ejemplo el PSOE en España o el gobierno de Binner en Santa Fe a los que cuesta encontrarles algo de socialistas?
Son parte de la Social Democracia. En España los indignados están en la calle diciendo que el PP y el PSOE son lo mismo y es así. Solo les queda de Obrero y Socialista el nombre.
Es muy distinto al camino del socialismo que plantean en Ecuador o en Bolivia, pero ojo que es muy difícil y nos es fácil llegar, porque lo vemos en las contradicciones de estos países que lo intentan, pero es imperioso un cambio de modelo y de sistema, porque la crisis es multifacética, es económica, alimentaria, energética, ecológica y civilizatoria, por lo que está en juego la humanidad y tenemos la obligación de pensar una alternativa.
A pesar de que el panorama no es sencillo, tenemos que insistir desde América con una nueva estructura regional. Es un avance que se halla firmado finalmente la conformación del banco del Sur, pero tenemos que ir por más y pedir la participación de la sociedad civil que tenemos que ser consultados.
Ya no sirve más una democracia formal en la que se vota cada dos años, tenemos que ir caminando hacia procesos de mayor participación.
Nosotros como movimientos sociales tenemos que seguir cuestionando pero proponiendo alternativas dentro del marco de integración regional y con una nueva infraestructura financiera también regional.

Se habla de una etapa final de capitalismo, ¿pero es así o el capitalismo sigue demostrando su capacidad de recrearse a través de las crisis que en definitiva terminan siéndole útiles para ajustar más a la sociedad como es el caso de la crisis que se está viviendo en Europa?
El capitalismo tiene dentro de su propio sistema las crisis, donde caen personas y empresas que no vuelven a recuperarse pero de las que el capitalismo sale fortalecido, por lo que no me atrevo a afirmar que esta crisis sea terminal, porque el sistema se recompone, por ejemplo organismo más repudiado que el FMI no ha habido en el mundo, sin embargo se recompuso gracias a esta crisis.

Es un paradigma que ante la crisis en Europa y las movilizaciones de los llamados indignados, terminan en las urnas votando más ajuste y más derecha.
En esta crisis, que comienza en el 2008, yo pensaba cómo era posible que en Europa no se movieran los sindicatos tradicionales, que no salieran a protestar. Lo que ocurre hoy es que los actores son otros sujetos. Hay que ver que porcentajes votaron, porque tienen tal descreimiento en la política que no se acercan a participar de la misma, que fue otro gran logro para el modelo neoliberal.
Podemos no darnos cuenta que en este momento se esté gestando un cambio pero hay situaciones.

¿Estamos viviendo los alcances de los objetivos que se planteó el Grupo Bilderberg hace casi cincuenta años? ¿Cuánto hay de cierto en la influencia de este Grupo a nivel mundial?
En esos encuentros están representados los poderosos del mundo. Una fotografía de los que se reúnen da cuenta de porque es necesario denunciar a grupos como este, que no creo que sean tanto grupos de pensamiento sino reuniones de los poderosos.
Particularmente yo y desde ATTAC hacemos seguimientos de espacios que se conforman como por ejemplo del G-20, que a partir del 2008 se constituye como el espacio de decisión para salir de la crisis, siendo que allí están sus generadores.
Hay que denunciar a los espacios como los de este grupo porque no hay duda de que allí se deben tomar decisiones que después pueden influir en el marco del G-20, porque detrás de las caras visibles de los presidentes están los grupos económicos, que son los que mandan hoy, los que se reúnen en el Foro Mundial en Davos.
Cada vez el poder económico mundial es más despiadado y no hay duda que esos centros de poder son los que manejan a la mayoría de los gobiernos, ¿quién pone la plata para la campaña de Obama?; ¿quién puso el dinero para la campaña de Sarkozy?
Dentro del marco del capitalismo las democracias son muy endebles, son formales te diría, porque tenemos grupos como el G-20 pero otros se reúnen por detrás y son los que toman las decisiones.
Existen distintos grados de Democracia, no me parecen democracias formales por ejemplo las de Bolivia; Ecuador y Venezuela, porque hubo un a lucha de años detrás para llegar al poder y son un ejemplo a contemplar. No hubo detrás de su llegada al poder dinero para las campañas, sino que hubo pueblo, movilización y debate. Y a eso es a los que tenemos que tender, a mayor participación y compromiso, porque te permite tener un sujeto crítico que te acompañe.

¿Dónde está el error para que por ejemplo en España ante la crisis se elijan opciones electorales peores?
En general hay mucha desconfianza en el mundo entero con respecto a los partidos políticos, en parte porque cometieron históricamente muchos errores, y no hay confianza de que cuando lleguen al poder cumplan con lo que prometieron.
Nosotros estamos haciendo esfuerzos sobre humanos para constituir un sujeto crítico, porque el gran triunfo del neoliberalismo es la banalización de todo. Hay una crisis también en cuanto a los valores en el mundo entero y también una campaña de deslegitimar a los políticos, donde se instaló que la política no sirve. Desde ATTAC hacemos política aunque no partidaria, pero no es fácil para nuestros movimientos eso de constituir al sujeto crítico.
Este proceso es muy largo y pensándolo hasta históricamente, los cambios no son rápidos. Tenemos que hacer educación popular para la acción analizando cosas que la gente ve todos los días. Ayudar a vincular lo cotidiano con lo que ocurre a nivel nacional y a nivel global. Nada está separado.
No creo que la gente que está con los movimientos de indignados en Europa elijan a más derecha, los que elijen a la derecha es porque son de derecha.

Una solución sería imponer que las plataformas electorales sean vinculantes, porque acabaría de un plumazo con el descreimiento en los partidos políticos. ¿Ustedes lo han analizado?
Eso sería la profundización de la Democracia. Eso sería un verdadero compromiso.
Hoy es muy fácil hablar teóricamente de que se está contra este modelo de producción, distribución y consumo capitalista, pero no es tan fácil si las propuestas fueran concretas y vinculantes.

 
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