Honduras

Zelaya los enfrentó temprano:


Los “dueños de Honduras” también poseen los medios


Por Ernesto Carmona


(16/07 - Agenpress) Lo que está en juego hoy en Honduras amenaza con un retroceso histórico y político que atañe a toda América Latina, de nuevo con EEUU orquestando golpes como en los viejos tiempos, pero esta vez con pocos periodistas y medios cumpliendo lealmente con su rol de testigos de la historia.

El conflicto entre Manuel Zelaya y los dueños de los grandes medios de prensa y televisión de Honduras es tan antiguo como su período de gobierno de cuatro años que comenzó el 27 de enero de 2006. Temprano, antes que se vinculara con PetroCaribe y el Alba, el Presidente comenzó a ser adversado ferozmente por los grandes medios de su país, cuyos propietarios son también los dueños de la tierra, de la economía local e integran la clase política que maneja el Parlamento, el Poder Judicial y… las fuerzas armadas. Es decir, los propietarios de medios son también los “dueños” del país.

Honduras todavía vive el feudalismo. La oligarquía propietaria de la tierra posee las pocas fábricas, el sistema financiero, el comercio y sus “cuadros militares” dirigen directamente a las fuerzas armadas, no a través de la clase media como en otros países. En rigor, los dueños del poder y la riqueza son también jefes del ejército, jefes del Congreso -como Roberto Micheletti-, del Poder Judicial y a la vez cumplen el rol de clase política.

Desafiando a los dueños de medios

El Presidente Zelaya desafió a los dueños de medios convocándolos a integrar una primera cadena de radio y televisión obligatoria el lunes 1 de enero de 2007. Argumentó que los grandes medios locales se negaban a darle cobertura periodística a la obra de su gobierno y dedicó su primera cadena a los avances en telefonía. A los dos días, el miércoles 3, el Presidente repitió el desafió con una segunda cadena de radio y televisión en la semana, esta vez para abordar los proyectos en electricidad. Entonces, admitió estar enfrentado a “ciertos sectores”, según informó el Diario Las Américas del 6 de enero de 2007 en un despacho de la agencia francesa AFP. “La confrontación que ciertos sectores del país han iniciado con el Gobierno se ha agudizado en los últimos días”, afirmó el mandatario durante la cadena, pero sin identificar a esos “sectores”. Esto ocurría dos años y medio antes del golpe del 27 de junio de 2009.

Típicamente, los dueños de los medios rechazaron la convocatoria a cadenas con un comunicado de la Asociación de Medios de Comunicación (AMC) y la Asociación Nacional de Radiodifusión de Honduras (Anarh) alegando que “atenta contra la libertad de pensamiento y que se practica en aquellos países regidos por gobiernos totalitarios”. Zelaya anunció primero diez cadenas consecutivas de dos horas cada una, pero los medios hicieron circular el rumor de que serían probablemente doce, tres por semana.

Los “analistas” comenzaron a comparar a Zelaya con Hugo Chávez hace más de dos años. La política del mandatario hondureño hacia los medios les hizo recordar automáticamente la no renovación de la concesión a Radio Caracas Televisión (RCTV), decidida por atribución soberana del Gobierno de Venezuela. Desde luego, nunca se habló de una concesión caducada que simplemente no fue renovada, sino del “cierre” de la emisora. También se hablaba poco de los esfuerzos de la Corte Suprema de Honduras por despojar al Estado de la concesión del Canal 8 de TV para dársela a un particular.

Zelaya dijo entonces (enero de 2007) que “la razón [del enfrentamiento] es porque hay diferentes medidas que hemos tomado que afectan intereses sumamente poderosos en el país: Las transnacionales del petróleo, las transnacionales de las telecomunicaciones, de la energía, los consorcios y las burocracias y las políticas de poder en Honduras”. Aseguró que “sectores influyentes usan los medios de comunicación para distorsionar la verdad para debilitar el Gobierno y parar estas medidas”, por lo que pidió el apoyo de la población “para decir la verdad”.

“Indudablemente que el principal problema de Honduras es que su sistema político a través de la historia ha concedido leyes, contratos, privilegios y concesiones que favorecen ciertos sectores, pero que discriminan en forma inmoral a las grandes mayorías de la nación hondureña”, se quejó Zelaya en enero de 2007, cuando su gobierno estaba por cumplir un año. Y también advirtió que habría una larga lucha por las reformas democratizadoras legales y constitucionales: …“No compete solamente al Presidente hacer estas modificaciones (...), se necesita el concurso de los demás poderes del Estado, de los dueños del capital, de los medios de producción, del sector privado, de los dueños de los medios de comunicación, de los periodistas y del pueblo en general”, dijo el Presidente Zelaya.

Espionaje mediático al Presidente

El 17 de octubre de 2007, un cable de Terra y de la agencia española Efe informaban que "el Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, enfrenta una crisis con la prensa..." Las agencias recordaron que "poco tiempo después de haber asumido el poder, Zelaya comenzó a polemizar con un sector de la prensa, principalmente con dos medios impresos", refiriéndose a "La Prensa" y "El Heraldo", cuyos nombres no mencionaron. Añadieron que "según Zelaya, grupos poderosos, que no identificaba, también estaban detrás de esos medios en un intento por boicotear las acciones de su gobierno".

Entre dimes y diretes, Terra/Efe precisaron por fin que "sin embargo, el martes [16 de octubre de 2007], en una rueda de prensa en la que participaron varios ministros de Zelaya, el titular de Defensa, Arístides Mejía, identificó a los dos diarios, "La Prensa" y "El Heraldo", y a su editor, el empresario Jorge Canahuati". Terra/Efe añadieron de su propia cosecha que “en la polémica con un sector de la prensa, el gobernante incluso ha sugerido a los medios cómo deben elaborar las noticias que se originan en la administración pública y "destacar lo positivo".

Y Zelaya tampoco perdía su tiempo. El 15 de octubre, el Presidente hondureño tomó el toro por las astas: viajó a Miami para denunciar ante la mismísima 63a Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) la existencia de oligopolios en los medios de comunicación de su país que "limitan el derecho a la información y a la libertad de expresión de todos los hondureños". El Presidente dijo en Miami que "es innegable la existencia en Honduras de oligopolios en cuanto a la propiedad de las grandes cadenas de medios informativos, escritos y reflejado especialmente en las empresas televisivas y periodísticas del país".

Entonces, la clase política comenzó a criticar la "confrontación de Zelaya con la prensa", entre ellos varios diputados del Parlamento y el comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, "quien le ha recomendado al Presidente que mejore su relación con los medios y cuestionó la política del Gobierno en materia de comunicación", según Terra/Efe. Y entonces entró en escena el Presidente del Parlamento, Roberto Micheletti, "quien pretende ser candidato a la presidencia de la República por el gobernante Partido Liberal en las elecciones generales de noviembre de 2009", advirtió el despacho Terra/Efe del 17 de octubre de 2007.

Los diarios "La Prensa" y "El Heraldo" iniciaron en 2007 una campaña de inteligencia contra el Presidente Zelaya, interceptando y “denunciando” supuestas conversaciones telefónicas suyas y de sus colaboradores cercanos, probablemente con el apoyo de los servicios de inteligencia estadounidenses que ya operaban a sus anchas en Honduras, en una operación de control telefónico aparentemente calcada de otra anterior con el Presidente de Guatemala, Álvaro Colom. "La Prensa", "El Heraldo" y la CIA difundieron por radio y pusieron a circular en Internet 13 supuestas conversaciones telefónicas entre Zelaya y varios altos funcionarios del gobierno de Honduras.

Según Terra/Efe: “en una de las conversaciones se escucha al Presidente Zelaya y su secretario privado, Raúl Valladares, hablando en contra del Presidente del Parlamento, Roberto Micheletti, quien pretende ser candidato a la presidencia de la República por el gobernante Partido Liberal en las elecciones generales de noviembre de 2009. Otra grabación, registró una supuesta conversación de Zelaya es con el gerente de Hondutel, la empresa estatal hondureña de telecomunicaciones, Marcelo Chimirri”.

La conclusión “periodística” de Terra/Efe fue que “según versiones extraoficiales que han trascendido en Tegucigalpa, esas grabaciones que comprometen al Presidente y a varios de sus ministros, y en algunas de las cuales se habla sobre el control de periodistas y medios, habrían sido hechas por operadores oficiales de Hondutel que ya fueron despedidos. (Firmado ACAN-EFE gr/lam/rsm, Terra/Efe).

Entretelones de una guerrilla mediática

El 15 de septiembre de 2008, el Presidente hondureño fustigó de nuevo a los grandes medios nacionales de difusión "por resaltar lo negativo en el país y silenciar los éxitos de su administración", iniciada en 2006, de acuerdo a un informe de la Agencia Informativa Prensa Latina. "Nos critican porque tenemos anuncios en los medios de comunicación, pero lo hacemos obligados porque no nos publican nuestros logros y también tenemos que contestar tanta infamia de la que somos víctimas", declaró el mandatario.

"Hemos mejorado los índices de educación, alfabetización y escolaridad, además de disminuir la deserción escolar", añadió el gobernante y precisó que durante su mandato, "los niños matriculados en las escuelas aumentaron 15 por ciento, disminuyó la mortalidad infantil y la materna en el momento del parto".

"De la misma manera crecieron las exportaciones y el desarrollo económico: este país está en las mejores condiciones de la historia, lo cual no quiere decir que está bien ya que tenemos 65 por ciento de la gente en la pobreza y carecemos de recursos para incentivar el campo", puntualizó Zelaya, citado el lunes 15 de septiembre de 2008 por el diario Tiempo Digital.

Zelaya recordó que en una reciente conferencia en Accra, capital de Ghana, Honduras obtuvo el primer lugar en programas de evaluación de gestión por resultados y que acaba de ganar el primer lugar en competitividad. "Ahí está el trofeo, ahí está la placa de reconocimiento que nos dio la OECD, que es la organización de desarrollo económico más grande del mundo donde están todos los países industrializados", comentó entonces el Presidente.

Aromas de golpe hacia fines de 2008

El Hondudiario.com del 17 de noviembre registró que el "Presidente Zelaya anuncia regulación de medios de comunicación: A pesar de eso es bien asediado por la prensa nacional e internacional". Y añadió: “El mandatario señaló que tiene el beneplácito del presidente del CN [Congreso Nacional], mismo que no ha tenido una buena relación con los periodistas y algunos medios de comunicación”. O sea, descifrando una redacción deplorable, la noticia era que Zelaya planeaba "regular" a la prensa en connivencia con... Roberto Micheletti.

Este despacho nada de imparcial, habla por sí mismo: "Tegucigalpa, Honduras (17 noviembre 2008).- El presidente Manuel Zelaya, arremetió de nuevo contra algunos medios de comunicación específicamente escritos, anunciando que iniciará a regular dichos medios. Según el mandatario Zelaya, lo realizará a través de leyes que enviará al presidente del Congreso Nacional Roberto Micheletti, quien le ha mostrado anuencia para aprobar dichas regulaciones. De acuerdo, a lo manifestado por el presidente hondureño empezará a aplicar la ley antimaras [anti-pandillas] o de asociación ilícita contra los dueños de medios de comunicación que se dedican a distorsionar la información y los hechos".

La misma versión aseguró que Zelaya dijo "que los medios de comunicación especialmente escritos, se dedican a mal informar a la población al dar a conocer información de hechos los cuales no [se] los publican como son, sino de acuerdo a los intereses de los dueños. El presidente, indicó que los dueños de medios se asocian para chantajear al Gobierno y luego se reparten las millonarias ganancias producto del cobro que por publicidad tiene que pagar para desvirtuar las malas informaciones, noticias falsas y manipuladas difundidas en algunos medios de comunicación".

A estas alturas, mediados de noviembre de 2008, Zelaya enfrentaba una decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que pretendía quitarle la frecuencia del Canal 8 al Estado para otorgársela a un empresario privado de las comunicaciones. Entonces, el Presidente criticaba a ciertos "medios de comunicación que promueven una 'cultura de la muerte' al promocionar la actividad de la delincuencia y del crimen organizado, en vez de impulsar los valores humanos y cívicos que nutren a los miembros y la institución policial", según Hondudiario.com.

Zelaya subrayó: “Estos medios promueven a los asesinos y los secuestros, en vez de apoyar a la Policía, sin embargo dijo que no es culpa ni decisión de los periodistas, sino acción exclusiva de los propietarios de los medios".

Por esos días, el Presidente coincidió con el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, quien cuestionó que la “cultura de la muerte predomina en los medios de comunicación”, particularmente en la prensa escrita y la televisión, donde los valores se han invertido colocando al delincuente y al criminal en una posición privilegiada, en detrimento de las víctimas y de la sociedad en general", afirmó. "Las declaraciones del titular del Poder Ejecutivo las vertió en la inauguración de mesas ciudadanas en Catacamas, Olancho, luego de anunciar también que encarcelaría a empresarios que se nieguen a rebajar los precios de los productos y servicios de consumo básico en la población hondureña". O sea, la suerte estaba echada.

Prensa y corrupción en Honduras

A comienzos de 2008, la Agencia Francesa de Prensa (AFP) concluyó que "el periodismo [es] una profesión desprestigiada en Honduras". Según un despacho fechado en Tegucigalpa el 21 de febrero de 2008, "encontronazos entre gobierno y dueños de medios de comunicación, compraventa de información, chantajes y calumnias salpican a diario el ejercicio del periodismo en Honduras, una profesión cada vez más degradada, según los analistas".

La agencia francesa puso de relieve la "inquietud de distintos sectores sobre prácticas poco éticas de algunos periodistas y medios de comunicación, que estarían motivados por la defensa de intereses personales, económicos o para desprestigiar el honor de las personas", aseguró el relator especial para la libertad de prensa de la Organización de Estados Americanos (OEA), Ignacio Alvarez".

AFP añadió también que "el periodismo corrupto navega en un mar de impunidad en el país", citando una denuncia de Carlos Méndez, coautor del informe "Honduras: prensa, poder y democracia", escrito con Julieta Castellanos, la asesora hondureña sobre Gobernabilidad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Según Castellanos, "hay mucho atropello de la prensa" y "el periodista ha tendido a suplantar a la justicia".

Según la agencia, a menudo estas prácticas se ven favorecidas por los sueldos bajos, que en muchos casos se limitan al salario mínimo. También las atribuyó a la "ignorancia" de la población y a "la alta concentración de los medios de comunicación en pocas manos", esta vez citando al director del diario El Tiempo, en Tegucigalpa, Manuel Gamero.

"Hay múltiples maneras de ocultar la corrupción, pero una frecuente es disfrazar la opinión con noticias y eso permite que [el periodista] sea financiado", sostuvo Carlos Méndez. Según el investigador, los focos principales de corrupción se encuentran en la televisión y la radio. "Los grandes comunicadores con incidencia pública masiva en televisión y radio sí pueden ser registrados como los zares de la corrupción", aseguró.

Honduras aprobó en 2007 la ley de Transparencia, que obliga a los tres poderes y a las alcaldías a hacer pública la información sobre titulares de puestos, salarios, funciones, proyectos, licitaciones y obliga al poder judicial a colgar en su portal Internet las sentencias. Pero tardará años en llevarse a la práctica real por la ausencia de portales de Internet, sobre todo en los municipios.

 
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