Crueldad y muerte en las prisiones juveniles de Estados Unidos


*Por Holbrook Mohr

Después de una investigación a través de EEUU, los abogados de menores de edad han condenado ásperamente las condiciones de detención de los jóvenes delincuentes que incluyen desde abusos sexuales y físicos a incluso la muerte en sus alojamientos.


(ARGENPRESS) El departamento de Justicia de EEUU (DOJ) ha entablado pleitos contra las instalaciones de once estados por supervisión abusiva o negligencia dañina. Como el DOJ carece de poder para cerrar instalaciones de corrección juveniles, sólo con un juicio puede forzar a los estados a mejorar sus centros de detención y proteger los derechos civiles de la juventud encarcelada.

La carencia de supervisión adecuada y los estándares nacionalmente aceptados sobre abusos hacen muy difícil saber exactamente cuántos jóvenes han sido asaltado o víctimas de negligencia.

En una investigación realizada a escala nacional, la agencia de noticias Associated Press entró en contacto en cada estado con la agencia que supervisa los centros de corrección juveniles y pidió información sobre la cantidad de muertes, así como acerca del número de reclamaciones y confirmó casos de abusos físico, sexual y emocional por parte de los miembros del personal de los centros desde el 1 de enero de 2004. Según esta indagación, se identificaron más de 13.000 demandas por abusos en centros de corrección juveniles a través del país entre 2004 y 2007, una proporción notable [28,3%] respecto a la población total de detenidos, que era cercana a los 46.000 detenidos cuando se hizo la indagación en los estados en 2007.

Las peores confrontaciones físicas terminaron en muerte. Por lo menos cinco jóvenes murieron después de ser colocados por la fuerza en sus alojamientos en las instalaciones operadas por las agencias del estado o en las cárceles privadas que el gobierno ha contratado desde el 1 de enero de 2004. El uso de técnicas y de dispositivos de alojamiento demasiado agresivos fueron motivo de polémicas y han estado bajo un prolongado e intenso escrutinio el año pasado, después de la muerte del joven de 14 años Martin Lee Anderson.

Un vídeo de vigilancia captado en un centro de Florida en enero 2006 mostró a varios guardias golpeando al adolescente mientras lo introducían a su alojamiento. Seis guardianes y una enfermera fueron absueltos el 12 de octubre de 2006 de los cargos de homicidio involuntario después que los abogados de la defensa alegaron que los vigilantes utilizaron tácticas aceptables.

En Maryland, Isaiah Simmons, de 17 años, perdió el sentido y murió después de que fue puesto boca abajo, mientras los guardias le aplastaban la cara al piso, en una instalación privada que fue contratada por el estado. Los querellantes dicen que el personal de vigilancia esperó 41 minutos para pedir ayuda después que el muchacho perdiera el sentido. Un abogado de uno de los vigilantes dijo que los hombres sólo intentaban evitar que Simmons se lastimara a sí mismo o a algún otro. Un juez formuló cargos de delito menor contra cinco guardianes. El estado apeló.

Otras muertes relacionadas con sus alojamientos fueron las de tres muchachos de diecisiete, quince y trece años de edad en presidios correccionales de Tennessee, Nueva York y Georgia, respectivamente. Por lo menos otros veinticuatro presos juveniles murieron en centros de corrección entre 2004 y 2007 por suicidio, causas naturales o condiciones médicas preexistentes.

En un impulso por reformar el sistema juvenil de justicia de California sigue adelante exitosamente un pleito contra la Autoridad de la Juventud de California (CYA, en inglés) iniciado en abril de 2006. Durante el litigio, los abogados se enteraron que las condiciones en muchos centros juveniles del condado de California eran tan malas como en las instalaciones del estado bajo el control de la CYA. En vista de que se hicieron públicas esas espantosas condiciones en el CYA, los funcionarios fueron revelados o cambiados de puesto a otras de las muchas instalaciones de CYA o a los centros juveniles del condado.

Las condiciones en los centros juveniles de California en 2006 incluyeron: atestamiento severo, con adolescentes durmiendo sobre los pisos; inexistencia de oportunidades educacionales; ausencia de cuidados médico mentales o de programas de rehabilitación; aislamiento por más de veintitrés horas al día durante varios meses; uso de fuerza excesiva, incluyendo golpes y aerosol de gas con pimienta; y administración inadecuada de medicaciones.

El abogado Richard Ulmer dijo: "La ley de California requiere expresamente que un centro juvenil no sea manejado como institución penal sino como un establecimiento seguro y de apoyo, de ambiente hogareño. Pero muchos centros juveniles del estado parecen más penitenciarías que hogares". (1)

Otras preocupantes crisis de similares abusos institucionales contra la juventud están ocurriendo en todos los estados a través de la nación.

Cita:
1) Richard Ulmar, “California Juvenile Justice System in Crisis; Lawsuits to End Abuses Against Children,” PR Newswire, April 19, 2006

Fuente:
The Associated Press, 2 de marzo, 2008
Título: “AP: 13,000 Abuse Claims in Juvie Centers”
Autor: Holbrook Mohr

Estudiantes investigadores: Sarah Maddox
Evaluador académico: Barbara Bloom, Ph.D.

 
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